Diez actividades que hay que hacer en Puerto Madero, una exclusiva zona de Buenos Aires situada frente al río de la Plata, famosa por sus entornos de parques, modernas torres de apartamentos y lujosos locales gastronómicos.
1- Recorrer los diques de Puerto Madero:
Nada mejor que comenzar a descubrir el barrio, caminando por las calles Pierina Dealessi o Juana Manuela Gorriti, ambas paseos peatonales que se extienden de norte a sur, bordeando los cuatro diques de Puerto Madero.
El recorrido permite apreciar la interesante mezcla entre modernidad e historia que se da en el área, encontrándose innovadores proyectos de arquitectura, como lo es la Alvear Tower, de más de 215 metros de altura, con los antiguos docks de ladrillo que servían de bodega al puerto a principios del siglo XX, éstos últimos hoy restaurados y transformados en lujosos restaurantes, edificios de oficinas y lofts.
2- Cruzar el Puente de la Mujer:
Posiblemente uno de los rincones más fotografiados, dentro de esta moderna área de Buenos Aires, es el esbelto Puente de la Mujer, un puente peatonal de 170 metros de longitud que se levanta sobre los diques de Puerto Madero.
El puente construido en el año 2001, es obra del famoso arquitecto español Santiago Calatrava, correspondiendo a su primera obra en latinoamerica. La forma de éste, intenta ser una abstracción de una pareja bailando tango, donde el mástil representa al hombre y la cuvatura del puente simboliza a la mujer.
3- Una visita a la Fragata Presidente Sarmiento:
Una visita a la Fragata Presidente Sarmiento, es una buena alternativa para interesados en la historia o en la náutica, correspondiendo al primer buque escuela moderno de Argentina, el cual realizó entre 1897 y 1939, 39 viajes alrededor del mundo, recorriendo un total de 1 100 000 millas marinas.
Hoy transformado en un barco museo, permite descubrir cómo era la vida cotidiana de sus tripulantes, las distintas instalaciones de un buque escuela, incluyendo la sala de maquinas y llamativos objetos que se fueron coleccionando a lo largo de los años.
4- Una visita a la Corbeta Uruguay:
Después de visitar la Fragata Presidente Sarmiento, se puede continuar el recorrido náutico de Puerto Madero, visitando la Corbeta Uruguay, nave más antigua de la Armada Argentina aún a flote, la cual funcionó entre 1877 y 1880 como buque escuela, y luego como corbeta con fines científicos.
Su visita, al igual que sucede con la Fragata Presidente Sarmiento, permite viajar en el tiempo, observando la vida ordinaria de una tripulación de finales del siglo XIX y principios del XX, además de descubrir fascinantes hazañas de antaño, como fue el rescate en 1903, de la expedición científica sueca “Antartic”, cuya embarcación había quedado destruida por los hielos.
5- Un paseo por el Parque Micaela Bastidas:
Si el clima es agradable, no se puede dejar visitar el Parque Micaela Bastidas, un oasis urbano de 5,4 hectáreas, donde disfrutar de senderos para caminar, distintos espacios recreativos y espectaculares vistas al moderno skyline, que entregan las torres de cristal de Puerto Madero.
El diseño del parque, fue obra de los arquitectos Néstor Magariños, Irene Joselevich y Graciela Novoa, quienes proyectaron una serie de sectores temáticos, que se comunican mediante caminos y escaleras, con los nombres de Plaza de los Niños, Plaza del Huerto y Plaza del Sol.
6- Una visita al Museo del Humor:
Una visita, al menos curiosa, para realizar en Puerto Madero, es al singular Museo del Humor, un lugar que pone en vitrina la historia del humor gráfico argentino, desde principios del siglo XIX hasta los tiempos actuales.
Este museo, si bien hace más sentido, a quienes conocen los personajes de las distintas historietas argentinas que se exhiben, no deja ser una interesante alternativa, para aficionados al dibujo y la ilustración. También marca el final, del Paseo de la Historieta, un recorrido con esculturas de famosas caricaturas, que pasa también por los barrios de San Telmo y Montserrat.
7- Una visita al Museo Fortabat:
Este museo inaugurado el 2008, exhibe la colección privada de la ya fallecida empresaria Amalia Lacroze, quien, a lo largo de su vida, logró reunir una fascinante colección de obras de arte, incluyendo obras de pintores destacados internacionalmente, como William Turner, Andy Warhol, Salvador Dalí y Marc Chagall, entre otros; además de objetos del Antiguo Egipto y la Antigua Grecia.
El edificio que alberga al museo, es obra del arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, una obra considerada como emblemática dentro la arquitectura argentina contemporánea, teniendo el especial interés de su sistema de iluminación natural, basado en parasoles de aluminio, que se abren o cierran, según la posición del sol, regulando así la intensidad de la luz natural, sobre las salas de exposición.
8- Una tarde en la Reserva Ecológica Costanera Sur:
Para quienes buscan actividades al aire libre en Puerto Madero, una excelente alternativa es disfrutar de un paseo a la Reserva Ecológica Costanera Sur, uno de los espacios verdes más grandes de Buenos Aires, situado en la rivera del Río de la Plata.
La reserva ofrece hermosos escenarios naturales y una rica biodiversidad, con bosques de matorrales y humedales visitados por distintas aves migratorias, tales como los majestuosos cisnes de cuello negro. Además de admirar de la belleza del lugar, se puede disfrutar de caminatas, paseos en bicicleta, picnics al aire libre o zafarís fotográficos.
9- Una noche de juegos en el Casino Flotante:
Una actividad que no puede faltar para quienes visitan Puerto Madero durante la noche, es la visita al Casino Flotante, un casino que funciona en dos barcos anclados al puerto del Río de la Plata, con un aspecto que recuerda a los clásicos barcos de Mississippi.
Además de la posibilidad de jugar en mesas de apuesta o en las clásicas máquinas de azar, el casino ofrece distintas alternativas recreativas, con varios restaurantes, bares y espectáculos de música en vivo.
10- Una fotografía en los monumentos más representativos:
Para quienes cuentan con más tiempo, para recorrer este moderno barrio de Buenos Aires, una interesante alternativa es el visitar algunas de las obras de arte al aire libre que se encuentran en la zona.
Las dos más afamadas corresponden a, la Fuente de la Nereidas y el Monumento al Tango, la primera de 1903, es obra de la escultora Lola Mora, mientras que la segunda, es del año 2007, correspondiendo la autoría a la escultora Estela Trebino y al ingeniero Alejandro Coria.
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