Conocido como barrio Concha y Toro, corresponde a una pequeña área situada en el sector poniente de Santiago, una pequeña joya capitalina, que aún conserva sus calles empedradas y antiguas mansiones de la primera mitad del siglo XX, dando testimonio de la riqueza y lujo de la época, donde acaudalados personajes hicieron sus fortunas con la industria minera.
El barrio fue concebido originalmente para que imitara la apariencia de un barrio europeo medieval, con calles interiores cortas que giran en torno a una pequeña plazoleta, en cuyos alrededores se levantaron fastuosas mansiones que dan muestra de los más variados estilos, tomando elementos neoclásicos, góticos, art deco y beaux arts, entre otros.
Si bien no todas sus construcciones se encuentran restauradas, hoy la visita al barrio, es un imperdible para interesados en la historia y la arquitectura, permitiendo revivir parte del lujo alcanzado con las enormes fortunas mineras de la primera mitad del siglo XX.
¿Qué visitar?
Plaza Libertad de Prensa
Esta plaza, antes denominada como Plazoleta Du Pont, corresponde al corazón del barrio, registrada en numerosas fotografías de época y usada en tiempos modernos, como locación de varias películas y campañas publicitarias.
En ella convergen las pequeñas callejuelas de Concha y Toro, encontrándose rodeada de antiguas mansiones del siglo XX, con una fuente de agua ornamental en su centro.
Palacio Concha
Construido en 1920, corresponde a un palacete neoclásico de 1.500 m2, proyectado como residencia de la familia Concha Cazotte, una de las familias más acaudaladas de la época, propietarios originales de los terrenos que posteriormente serían vendidos y urbanizados, para transformarse en el barrio Concha y Toro.
Hoy puerta de entrada del barrio, se encuentra totalmente restaurado, permitiendo apreciar su apariencia exterior original y sus salones ricamente decorados con vitrales y ornamentaciones traídas de Francia.
Teatro Carrera
Inaugurado en 1927 fue el primer cine sonoro del país, un edificio de estilo neoclásico de cuatro niveles, proyectado en lo que fueron los antiguos jardines delanteros del Palacio Concha-Cazotte.
Si bien el edificio ha sufrido transformaciones, aún mantiene su estructura exterior original, con cuidadas ornamentaciones y mosaicos de azulejos en tres fachadas, realizados por el artista Aristodemo Lattanz.
Palacio Walker
Otro de los hermosos palacetes del barrio, una edificación en estilo Tudor proyectada entre 1923 y 1928, como residencia de Don Horacio Walker Larraín y Teresa Concha Cazotte (hija de Enrique Concha y Toro y Teresa Cazotte Alcalde).
En su fachada de cinco pisos, aún son apreciables los detalles originales del edificio, tales como almenas, ventanas octogonales, arcos y bóvedas. Desafortunadamente, gran parte de su estructura interior ha sido dañada tras terremotos y años de abandono.
Mansión de Vicente Huidobro
Levantada en 1912, corresponde a la antigua residencia del famoso poeta Vicente Huidobro, un palacete de cinco niveles que da muestra, a través de sus espacios interiores, de la riqueza arquitectónica de la época, albergando amplias salas, un patio interior y un distintivo balcón, que permite desde la altura apreciar el singular trazado urbano del barrio.
Hoy convertido en un restaurante, es considerado uno de los primeros inmuebles recuperados en el proceso de restauración del barrio, una intervención que respeto las características y materiales originales del edificio agregándole elementos contemporáneos.
Palacio Elguín:
Situado en el límite del barrio Concha y Toro, en la intersección de calle Alameda con calle Brasil, corresponde a una de las de las edificaciones más antiguas del barrio. Fue proyectada en 1887 como residencia del acaudalado empresario minero Nazario Elguín.
Desgraciadamente la parte oriente del edificio fue demolida, levantándose en ella un edificio de departamento. En la fachada de este antiguo palacio aún son apreciables los cuidadosos detalles de su fachada, una curiosa mezcla ecléctica que toma elementos bizantinos, góticos y renacentistas, junto a una cúpula un poco más retirada donde se alza una veleta.
Breve historia del barrio Concha y Toro
El barrio Concha y Toro surge de la fortuna de Enrique Concha y Toro y José Díaz Gana, ambos personajes que vieron su riqueza incrementada durante el auge económico vivido en Chile entre 1870 y 1876, producto de la explotación minera y el descubrimiento del Mineral de Caracoles.
Originalmente la quinta sobre la que posteriormente se levantaría el barrio y su fastuoso palacio, eran propiedad de José Díaz Gana, sin embargo la crisis económica de 1876 conllevó a que éste perdiera sus inversiones y fortuna, pasando tanto la quinta como el palacio a manos de Enrique Concha y Toro.
Ya propiedad de éste último dueño, el antiguo Palacio Díaz Gana, pasó a llamarse Palacio Concha-Cazotte, y por más de 40 años fue el enclave de la vida social de la ciudad de Santiago de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
En los años posteriores, la familia empezó a perder parte de su patrimonio económico, por lo que en el año 1922, Teresa Cazotte la viuda de Enrique Concha y Toro decide urbanizar la quinta, vendiendo los sitios resultantes del loteo.
Esta decisión fue el origen del barrio, planeándose un diseño urbano que reprodujera un barrio europeo medieval, con calles cortas y curvas, magníficos palacetes de fachada continua y una plazoleta central.
En el nuevo barrio, se instalaron varios aristócratas vinculados al círculo más cercano de los Concha Cazotte, quienes proyectaron sus nuevas mansiones con los estilos más diversos, reflejando la moda del momento.
A la muerte de Doña Teresa en 1932, sus hijos deciden rematar el Palacio Concha-Cazotte, siendo finalmente demolido. En su lugar se construyeron nuevas casas, con una volumetría menor al resto de las existentes en el barrio, excepto por una edificación de línea Bauhaus.
Aún cuando en 1989, el barrio fue declarado Monumento Nacional, permaneció en un significativo estado de abandono, encontrándose muchos de sus inmuebles con daños estructurales y urgente necesidad de restauración.
En los últimos años, la situación ha cambiado favorablemente, empezando a surgir numerosos proyectos de restauración y reutilización de las antiguas construcciones, transformándolas en hoteles boutique, restaurantes y centros culturales, una iniciativa que ha logrado recuperar el barrio, volviendo a poner en escena su elegancia original.
Más lugares para visitar en Santiago de Chile
Sumado al Barrio Lastarria, la ciudad tiene numerosos barrios de interés para visitar, tales como el Centro Histórico, Barrio El Golf, Barrio Lastarria, Barrio Bellavista, Barrio Yungay o Barrio Paris y Londres.
También hay numerosas áreas no incluidas en las tradicionales rutas turísticas, pero representativas de la cultura e historia de la capital, figurando entre ellas la zona de los mercados o los emblemáticos sitios que recuerdan la terrible dictadura que sufrió el país entre 1973 y 1990.
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Hola me gustaria sacar a conocer aqui en Stgo a una lola cubana ya la llebe al zoologico y museo de Violeta Parra
¡Qué lástima que destruyan estas estructuras con los grafitis!
Es muy lamentable el deterioro de todo el barrio concha y toro . Es desolador como se pierde un barrio emblemático , y aún más luctuoso es como las autoridades competentes no hacen nada por rescatar un patrimonio nacional