Simba, un perrito de siete años, se ha salvado de morir congelado, luego de que un piloto de la línea aérea Air Canada, decidiera desviar el avión que comandaba, tras detectar falla en el sistema de calefacción de la zona de carga, donde viajaba el can.
El avión que se dirigía desde Tel Aviv a Toronto, estaba pronto a sobrevolar el Océano Atlántico, cuando el piloto detectó el problema, aterrizando de emergencia en Fráncfort, evitando así que Simba sucumbiera por congelamiento. Tras el aterrizaje, el animalito fue situado en otro vuelo y el avión continuó rumbo a Toronto.
Esta acción del piloto habría supuesto unos cuantos miles de dólares a la compañía en costos de combustible y tasas aéreas, además de 75 minutos de retraso para los más de 200 pasajeros que viajaban en el avión.
Según comentó el experto en aviación Phyl Durby, al sitio canadiense de noticias CityNews, el piloto habría tomado la decisión correcta, dado que él es responsable de todas las vidas en el avión, sin importar si es un ser humano o un can.